
LA MELODÍA ETERNA
Carmen Gutiérrez Jordano
Acrílico, cuerda y óleo al agua
130 x 97cm
Siendo independientes las tres obras, y pareciendo que hay una relación mayor entre Márgenes y The Last Supper, todas están ligadas por la emoción y condición humana a través de recursos como lo animal, como metáfora visual, de las redes sociales, y de la música. En Márgenes el mensaje es más trágico como ocurre en The Last Supper; el cordero puede ser Jesús y a su vez el ser humano, pero al fin y al cabo es la última cena de ese animal por el futuro inevitable que se le avecina. En el primero mencionado, esa paloma símbolo de la paz yace sin fuerzas, mientras damos “me gusta” sin considerar la inmoralidad, la injusticia y nuestro poder de actuación. Son obras para contemplar más cerca o más lejos, pero sobre todo para estar dentro de ellas y así ser y entender a los sujetos pintados. Una realidad que no pretende ser verosímil ni estar pintada de forma mimética como haría una cámara con su lente, es un desbordamiento, una liberación de la expresión pensada. El mundo personal de la artista, donde el otro pueda identificarse y reconocer lo externo, influencias como la de Bacon, Picasso, con la apropiación de elementos como la serpiente del pecado original o la manzana de Apple. Sin querer tener una narrativa clara, ni una única interpretación, manteniendo el misterio propio del arte y dejando que las palabras que escribo digan sin llegar a poder explicarlo todo.
@meownart